El correcto desarrollo emocional del bebé depende, en gran
medida, del afecto que los padres hayan dado generosamente al bebé
durante sus primeros meses. Este cariño, este afecto y este amor
incondicional que sienten todos los padres por su bebé recién nacido es necesario para él y estimula completamente su sistema límbico para establecer relaciones con sus adultos de referencia.
El bebé cuando nace está indefenso. Ha estado nueve meses
en la tripa de su madre y no puede tener un desarrollo psicológico muy
independiente de su madre. Necesita que le acurruquen, que le acaricien,
estar contacto con su madre que hasta ahora es lo que ha vivido.
La importancia del afecto de los padres durante los primeros meses del bebé
La madre es quien va definiendo al bebé mostrándole los
límites del cuerpo. El bebé tiene una sensación extraña del mundo
externo que le rodea, que es nuevo para él; por lo que va a
interactuar, al principio, con el medio de forma insegura, va a explorar
todo, y será la madre quien le tenga que mostrar qué es cada cosa.
Está claro que la madre está aún en el proceso de recuperación del parto
y no se encuentra completamente bien, por lo que esta circunstancia, es
posible, que le afecte en su vinculación con bebé. Por eso, es muy
importante el papel del padre en estos momentos, pues será quien dará
apoyo a la madre y le proporcionará al bebé el cariño necesario.
En cuanto al desarrollo físico,
aún no se han producido grandes movimientos o cambios, el bebé pasa
muchas horas durmiendo y suele estar tranquilo la mayor parte del día.
Va moviendo brazos y piernas, pero muy poco a poco.
Los juguetes deben adaptarse a la edad del bebé. Los juguetes de 0-3 meses
suelen tener formas redondeadas y están diseñados con colores
contrastables para llamar su atención, ya que su visión aún no está
definida. En esta etapa, la misión de los padres es tratar de estimularle, acompañándole en su desarrollo. Mediante nuestra observación, veremos lo que más le gusta y lo que le llama la atención.
Al principio, el bebé empezará siguiendo los objetos con
la mirada y más adelante empezará a cogerlos. Para elegir los juguetes
debemos tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, el tamaño.
Debe ser adecuado a su mano. Si es pequeño, lo podrá coger bien al igual
que coge nuestro dedo. También debemos fijarnos en la edad a la que va
dirigida el juguete, y tener en cuenta que su atención es muy escasa
aún, por lo que no debemos forzarle a estar mucho rato fijando la
atención porque no son capaces aún.
Es importante que vaya conociendo su cuerpo. Hacia los
tres meses aparece la sonrisa social, que nos muestra que ya va entrando
en contacto con el mundo externo. Es una edad en la que la madre y el
bebé interactúan juntos con el apoyo de papá. Debemos tener en cuenta
que estimular no es acelerar el proceso de aprendizaje, sino acompañarle
en su desarrollo.
María Algueró
Experta en Atención Temprana
Maestra de educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil. Psicomotricista
Instructora Independiente Cincodeditos
Instructora de porteo
Experta en Atención Temprana
Maestra de educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil. Psicomotricista
Instructora Independiente Cincodeditos
Instructora de porteo
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