martes, 5 de junio de 2012

Bebés y juegos: cómo entretenerles cuando son pequeños




Los padres pueden jugar con su bebé y ayudarle a desarrollar habilidades físicas y emocionales
Algunos padres esperan con ansia el momento en el que su bebé crezca e interactúe con ellos, ya sea mediante el juego, el habla u otras actividades. En ocasiones, no perciben que desde el instante en que nace se puede empezar a trabajar en la relación afectiva entre ellos y ayudarle con distintos juegos y actividades a desarrollar tanto sus habilidades físicas y motoras, como las emocionales.

Los beneficios del juego

Durante el primer año de vida del bebé, sus principales actividades se centran en comer y dormir. En esto ocupa la mayor parte de su tiempo. Pero además de cubrir sus necesidades básicas, en esta etapa y desde los primeros días, los progenitores ya pueden empezar a interactuar de forma activa con él y proporcionarle estímulos que le serán de mucha utilidad en edades más avanzadas.
La forma más fácil de estimular a un bebé y estrechar lazos con él es a través del juego
La forma más fácil de estimular al bebé con el contacto e interacción es a través del juego. Esta actividad, además de divertirle y entretenerle, le ayuda a ejercitar su cuerpo, le enseña a controlarlo y coordinarlo de forma adecuada y sirve de estímulo para desarrollar sus primeras aptitudes lingüísticas. Sin embargo, el aspecto más importante que proporciona el juego al bebé es servir de vínculo especial para estrechar los lazos con sus padres y atender con ello a sus necesidades emocionales.

Jugar con un recién nacido

Después de nueve meses en el vientre de la madre, ya está aquí por fin el bebé. Lo primero que comprobarán los padres es que la movilidad de un bebé recién nacido es muy limitada hasta que cumple tres o cuatro meses. ¿Es posible entonces jugar con él? Jugar en el sentido estricto de la palabra quizá no es lo más adecuado, pero en esta etapa sí se pueden iniciar las primeras conexiones con el hijo.
Durante el primer cuatrimestre, el "juego" consistirá en aprender a interpretar los gritos o el llanto del bebé y a captar sus señales para darles respuesta, ya que esta es su primera forma de comunicarse. Por otra parte, durante estos primeros meses de vida, la conexión con los progenitores se puede trabajar sobre todo mediante el contacto físico (mecerle, tenerle en brazos, acariciarle, besarle), visual (sonreírle, mirarle a los ojos) y auditivo (hablarle, cantarle e imitar sus sonidos).

Jugar con un bebé a partir del segundo trimestre

Después de los tres o cuatro meses, en función de la evolución de cada niño, el bebé empieza a experimentar sus cambios más notorios en cuanto a la movilidad y la capacidad de interactuar, tanto con las personas como con los objetos. A partir de ahora, el papel de los padres puede ser aún más activo: además de mantener los contactos sensoriales propuestos para el primer trimestre, pueden iniciar nuevos juegos y actividades con el bebé para estimular su desarrollo.
  • Juegos en el agua: la hora del baño es un momento idóneo para interactuar con el bebé. Al principio se le puede guiar y mover sus brazos y piernas para que conozca los primeros chapoteos. Después, cuando se sostenga por sí mismo o con la ayuda de un aro o silla de baño, se pueden utilizar distintos juguetes de agua para que intente alcanzarlos y manipularlos y desarrollar de ese modo su habilidad motriz.
  • Juegos boca abajo:
    • Aunque al principio al bebé no le gusta ponerse boca abajo porque le cuesta levantar la cabeza, colocarle en esta postura ventral con frecuencia es muy recomendable para que empiece a ejercitar su pequeño cuerpo, si bien al principio no podrá girarse. Para hacerle más agradable la experiencia, los progenitores pueden colocarse en su misma postura y hablarle o cantarle sin perder el contacto visual. Cuando el bebé es capaz de levantar la cabeza, e incluso, mover sus brazos en esta posición, se pueden poner pequeños objetos seguros a su alcance para que intente cogerlos y jugar con ellos.
    • En esta fase más avanzada, también se puede optar por colocar al bebé boca abajo encima de los muslos estirados del progenitor, de modo que sus manos queden apoyadas en el suelo. En esta posición, con pequeños movimientos rotatorios de las piernas, se le ayuda a desarrollar el equilibrio y los reflejos.
  • Juegos sensoriales: en esta etapa, los bebés agradecen cualquier muestra de atención por parte de los adultos o de otros niños que estimule sus sentidos. Jugar a esconderse o esconderle tras las manos, un trapo o sábana pequeña, acercarle y alejarle pequeños juguetes sonoros (sonajeros, llaves, etc.) para que intente alcanzarlos o repetir con él sus primeros balbuceos y gorgojos le harán sentirse atendido y querido por quienes le rodean.


lunes, 4 de junio de 2012

Modelos de chupetes: consejos para elegir




Para no equivocarse con el chupete, lo más importante es verificar que cumple los requisitos de seguridad y es adecuado a la edad del bebé
La gran variedad de modelos de chupetes que se pueden adquirir en la actualidad crea dudas entre los padres sobre cuál es el más adecuado para su hijo. Incluso, sobre las ventajas de su uso. De látex o silicona, anatómicos o fisiológicos, especiales para la noche, con o sin anilla... Para elegir bien y no equivocarse, ante todo, hay que verificar que el modelo cumpla con los requisitos exigidos por la normativa de seguridad vigente y que sea adecuado para la edad del bebé.

Requisitos mínimos de los chupetes
En la actualidad, los padres que optan porque sus hijos utilicen chupete disponen de una amplia gama de este artículo, en la que se combinan distintos materiales, tamaños, formas y usos. En general, el bebé es quien "decide" qué modelo se adapta más a él, mediante el rechazo o aceptación de las alternativas que le ofrecen sus padres. Es decir, el bebé "elige", pero los padres "proponen".
¿Cómo saber cuáles son los modelos que más conviene proponer al bebé? Al margen de los gustos estéticos de los padres y de las recomendaciones del entorno, los principales aspectos a los que se debe atender para elegir el chupete son dos:
·         Debe adecuarse a la edad del bebé.
·         Debe cumplir con los requisitos exigidos por la normativa.
La norma UNE-EN 1400-1/2/3:2003, referente a chupetes para bebés y niños pequeños, establece con claridad cuáles son esos estándares de calidad. Entre las exigencias más genéricas, destacan las siguientes:
·         Los chupetes no deben tener elementos desmontables pequeños que el bebé se pueda tragar. Sus piezas deben estar unidas con la suficiente resistencia como para que puedan romperse o separarse entre sí.
·         Deben tener sus bordes protegidos o redondeados para evitar riesgos de cortes o heridas.
·         El disco del chupete debe tener al menos dos orificios de ventilación de un diámetro mínimo de cuatro milímetros.
·         La tetina, cualquiera que sea su forma, debe ser de un material flexible y tener una longitud máxima de 30 milímetros.
·         El etiquetado debe incluir todos los datos, instrucciones y advertencias que especifican las normas, de manera que se proporcione al consumidor toda la información esencial para el uso correcto y seguro de cada producto.
·         Es obligatorio que se vendan en envases cerrados cuyo etiquetado incluya todas esas instrucciones y advertencias necesarias para los padres.

¿Chupetes de látex o silicona?
Chupetes de látex: las tetinas de los chupetes fabricados con este material natural (de un color entre ámbar y amarillo) son, por lo general, blandas y elásticas, así se asemejan más a la sensación del pecho materno. Se caracterizan por su alta resistencia a los tirones o mordiscos, de modo que se pueden utilizar sin problemas en todo momento. Al ser de un material natural, se desgastan y estropean con mayor facilidad, se deforman y se vuelven pegajosas y pueden absorber sabores y olores, por lo que es recomendable sustituir estos chupetes por uno nuevo cada uno o dos meses.
Chupetes de silicona: este material sintético transparente es más rígido que el látex, pero menos resistente a los mordiscos y tirones, por lo que se recomienda para las etapas anteriores a la dentición del bebé. Por otra parte, las tetinas de este material resisten muy bien las altas temperaturas, se desgastan con menos facilidad y son más fáciles de limpiar, ya que ni la grasa de los alimentos, ni otras sustancias pueden dañarlos. Los fabricantes recomiendan sustituirlos en cuanto se aprecien marcas de mordiscos u otras deficiencias.

¿Chupetes con tetina redonda o anatómica?
Tetina anatómica: los chupetes con la tetina anatómica imitan la forma del pezón materno durante la lactancia y se adaptan a la boca y el paladar del bebé de una forma natural. Por eso, los especialistas recomiendan esta forma de tetina para los pequeños que se alimentan con leche materna. Al ser similar, se evita un posible rechazo posterior del pecho materno. La desventaja de este tipo de chupetes es que, para estar bien adaptados a la cavidad bucal, deben colocarse siempre de forma correcta en la boca y, por tanto, es necesario estar pendiente de situarlos en su posición original cuando el bebé les dé la vuelta.
Tetina redonda: los chupetes con la tetina redondeada en ambos lados o con forma de cereza son los más clásicos y su forma simétrica ayuda a que en todo momento tengan una posición correcta dentro de la boca del bebé, incluso cuando le haya dado la vuelta por sí mismo.

Chupetes especiales
    Para dormir: los especialistas recomiendan para la noche los chupetes fabricados en su totalidad de látex (no solo la tetina) y sin anilla para sujetarlos porque ejercen menos presión en la cara del bebé mientras duerme. Algunos fabricantes disponen también de chupetes con partes luminiscentes, que facilitan su búsqueda en la oscuridad.
    Chupete termómetro: este tipo de chupetes están diseñados de manera específica para facilitar a los padres la toma de temperatura del bebé. Son muy fáciles de usar. En general, cuentan con una pantalla digital en el frontal que permite comprobar si el bebé tiene o no fiebre de una manera muy sencilla.
    Dispensador de medicamentos: el momento de dar una medicación a un bebé puede llegar a ser agotador, ya que muchos pequeños rechazan estas sustancias de forma contundente. Para hacerlo más fácil, se pueden utilizar los chupetes especiales para dispensar medicamentos, que permiten colocar la medida correcta de la medicina en un dispensador que está unido al chupete y que traslada la sustancia poco a poco a la boca del bebé a través de la tetina.

Cuatro consejos sobre el uso y mantenimiento de los chupetes
·         Aunque se compre en un envase hermético, es recomendable lavar bien el chupete antes de usarlo por primera vez y hervirlo por un tiempo aproximado de cinco minutos.
·         Si el chupete cae al suelo o se ensucia, debe volver a lavarse bien de nuevo. Hay que evitar limpiar la tetina con la boca de un adulto para no transmitir bacterias al bebé.
·         Para evitar que se ensucie con frecuencia o que se pierda, se pueden usar cadenas o cintas específicas para sujetar los chupetes, siempre que se verifique antes que cumplen la normativa vigente referente a estos artículos de puericultura.
·         Los chupetes con tetina de látex deben reemplazarse cada uno o dos meses o en cuanto se detecte que la tetina está deteriorada o pegajosa; los de silicona se deben sustituir en cuanto se perciban marcas de dientes o semejantes.

domingo, 3 de junio de 2012

Talleres para bebés: nueve ideas para estimular a los pequeños



Los talleres para bebés estimulan las habilidades de los pequeños y ofrecen ideas creativas a los padres
Los padres y madres saben que los bebés necesitan jugar y sentirse estimulados. Pero cuando llega el momento de poner en práctica este consejo no siempre encuentran el tiempo, la manera, el humor o la energía necesarios para ello. También sucede que muchos se bloquean cuando tropiezan con las limitaciones de su propia creatividad, y de repente se sienten sin ideas. O bien se topan con su sentido del ridículo y no se animan a cantar, bailar o hacer muecas. Para resolver ese tipo de problemas, una opción muy útil es acudir a alguno de los talleres que existen para bebés. Este reportaje señala cuáles son sus beneficios y describe nueve tipos de talleres.

¿Qué beneficios aportan los talleres para bebés?
En la actualidad, la oferta es tan amplia que lo difícil es terminar la búsqueda sin haber encontrado algo que resulte apetecible. Si bien cada taller trabaja habilidades motoras, cognitivas o psíquicas específicas, dadas las limitaciones y las necesidades tan particulares que impone un bebé, la mayoría suelen coincidir en cinco ideas básicas.
  • Estimular la psicomotrocidad del bebé.
  • Fomentar la sociabilidad del bebé y de la familia, pues los talleres suelen ser grupales y se comparte espacio con otras familias.
  • Pasar un rato divertido con el padre o la madre y aprovechar ese momento para fortalecer el vínculo afectivo con ellos.
  • Proporcionar ideas para que la familia aprenda a jugar y que los niños no se aburran en casa.
  • Encuentros semanales impartidos en sesiones de 1 a 1 hora y media.

Nueve tipos de talleres dirigidos a los bebés
Existen muchos talleres disponibles para los pequeños de entre 3 meses y 4 años, aunque pueden clasificarse de la siguiente manera:

1. Masajes para bebés. Aquí los progenitores aprenden a estimular a sus hijos principalmente a través del contacto. Se trata de hacer movimientos suaves para relajar al bebé y, de paso, establecer un vínculo afectivo a través de la piel. En muchos casos también se utilizan pelotas de gimnasia, sobre las que se sienta o se hacer rodar despacito al niño. El movimiento, unido a la voz del adulto, la música o algún sonajero, completan el mar de sensaciones en el que se sumerge a los niños. En estos vídeos, el centro Andares muestra mejor de qué se trata.

2. Talleres de música. La idea es explotar el ritmo, el movimiento corporal o algunos instrumentos musicales sencillos para estimular las habilidades cognitivas, motoras y psíquicas de los niños. Y es importante entender que no se trata de buscar al nuevo Mozart, ni de que los niños terminen siendo músicos; sino que se pretende que jueguen con la música y que esta les sirva para despertar sus sentidos, fortalecer la escucha, potenciar la memoria o fomentar su creatividad. Un buen lugar donde informarse mejor es la web de Agugutamtam.

3. Talleres de cuento. Una cosa es la idea idílica de "voy a contarle un cuento a mi hijo" y otra, la realidad contra la que muchos padres se estrellan cuando intentan ponerlo en práctica. Estos talleres pueden ser muy útiles al respecto. Por un lado, abonan el terreno para que los niños se muestren más receptivos a escuchar cuentos; y por otro, los adultos pueden aprender de los excelentes narradores orales que se dan cita en estos espacios. De paso, como se celebran en librerías, encontrarán orientación profesional para saber qué libros pueden comprar para sus hijos. En este vídeo, las responsables de la librería El Hada Trabalenguas lo explican de maravilla.

4. Talleres artísticos. Estos son los típicos talleres donde los niños acaban con las manos llenas de pintura y con la ropa lista para ir a la lavadora. En estos cursillos relacionados con las artes plásticas, además de estampar sus huellas en una hoja, cuando los niños crecen incluso puede que elaboren algún dibujo. Se procura estimular la motricidad fina y de que el niño se familiarice con los conceptos de espacio, tamaño, color, etc. ¿Más información? En la web de Fun & Fit.

5. Talleres de expresión corporal. En estos espacios, el acento recae sobre el movimiento del cuerpo y la música, es decir, sobre la danza. A los niños les encanta bailar, así que en estos talleres más o menos hacen eso: bailar, descubrir su cuerpo a través del movimiento. Los hay bastante multiculturales, donde lo mismo les pinchan "boollywood" que un tango.

6. Talleres acuáticos. El agua y los bebés forman una pareja exitosa. Una piscina climatizada puede ser el lugar apropiado donde jugar con los niños y trabajar su psicomotricidad de una manera diferente. Este medio aporta otras sensaciones, más información y más estímulos para ese explorador en ciernes que es el bebé. Un punto a favor del agua es su poder relajante y pacificador, incluso del bebé más revoltoso. Para saber más, se puede visitar la web de Chapoteos o mirar los vídeos de Natación Interaqua.

7. Gimnasia para bebés. Mediante rutinas de ejercicios se contribuye a fortalecer la musculatura de los bebés a la hora de reptar, gatear o caminar. Los ejercicios están encaminados a que el niño adquiera un mejor sentido del equilibrio y desarrolle todo tipo de habilidades motoras de acuerdo con su edad. Para ello se usan aros, pelotas, distintas superficies sobre las que caminar, etc.

8. Talleres de idiomas. No son "talleres de idiomas" en el sentido estricto de la expresión, sino que, en general, alguno de los talleres anteriores se imparte en inglés, francés o alemán (o en aquel idioma que el profesor domine). Los más fáciles de encontrar son los relacionados con música, literatura y expresión corporal.

9. Talleres de estimulación general. Como su nombre sugiere, tienen un poco de todo en función de las instalaciones de que disponga la empresa y de la orientación que quiera darle el profesor. Pueden contener una buena dosis de gimnasia, una pizca de masajes, un toque de artes plásticas, algo de música... Cada docente elabora su propia receta personal para despertar los sentidos del bebé y alimentarlos de sensaciones.



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