lunes, 26 de diciembre de 2011

Los reflejos del bebé

El bebé llega al mundo dotado de algunos reflejos automáticos controlados por la parte más arcaica de cerebro, la parte que compartimos con otras formas de vida animal. Aunque estas respuestas primitivas están presentes desde el nacimiento, excepto una (reflejo de sobresalto), pronto comienzan a desvanecerse y son sutituidas por acciones variables controladas por otras partes más avanzadas del cerebro. Estos reflejos son un recuerdo vivido de nuestro pasado.

REFLEJO DEL MORO
Cuando un bebé cae, estira los brazos, abre las manos y extiende los dedos lo más que puede. Después junta los brazos, como si intentara abrazar algo. Si puede, realiza el mismo movimiento con las piernas. Éstos son los movimientos que haría un simio si se resbalara del cuerpo de su madre e intentara agarrarse a su pelo.
Este reflejo tiene también un valor médico, ya que le permite al pediatra comprobar si los movimientos de las articulaciones son irregulares. Cuando un bebé saludable pierde el equilibrio, estira las articulaciones de forma simétrica. Cuando el pediatra provoca esta sensación, puede comprobar si las articulaciones, al estirarse forman los mismos ángulos.
El reflejo del moro no dura mucho. Todos los bebés lo muestran al nacer y, en el 97 por ciento de los casos, permanece durante las seis primeras semanas. Después, el reflejo comienza a perder intensidad, y a los doce meses ya ha desaparecido por completo. Lo más habitual es que desaparezca dos o tres meses después del parto. En los casos más extremos, pueden llegar hasta los seis meses.


REFLEJO PRENSIL PALMAR
Quizá ésta séa la más sorprendente de las respuestas automáticas que muestra el recién nacido. También nos traslada al mundo de nuestros antepasados, pues nos recuerda a cuando los bebés se agarraban con fuerza a los abrigos de piel de sus progenitores. Si el padre o la madre aprietan con un dedo la palma de la mano del recién nacido, sus diminutos dedos responden agarrándolo con fuerza. Resulta increíble que, si el padre o la madre alzan ligeramente el dedo, el bebé, aparentemente tan vulnerable, se agarre con tal fuerza que incluso les resulte posible alzarlo. La presión de un bebé es tan fuerte que incluso puede sujetar el peso de su propio cuerpo.
Si el bebé crece a un ritmo rápido, este reflejo puede desaparecer en menos de una semana. Sin embargo, es más típico que perdure varias semanas e incluso en algunos bebes, que esté presente depués de unos meses.


REFLEJO DEL SOBRESALTO
La respuesta al sobresalto sucede cuando se produce un ruido inesperado cerca del cuerpo del bebé. Entonces, el bebé se tensa, alza los hombros y mueve los brazos, como si se protegiera de algún ataque. Ésta es, básicamente, una reacción protectora y , a diferencia de los otros reflejos, permanece intacta durante toda la vida. Incluso puede intensificarse en la edad adulta.


REFLEJO PLANTAR
Si la madre o el padre acarician la planta del pie del bebé, desde el talón hacia los dedos, éste reacciona estirando los dedos y girando los pies hacia dentro. Esto se debe a que el sistema nervioso aún no está completamente desarrollado. Entre los seis y los dieciocho meses, el bebé pone de manifiesto la reacción adulta de curvar los dedos.


REFLEJO DE LA MARCHA
Cuando se sujeta a un bebé por debajo de los brazos, éste realiza un movimiento de marcha, como si intentara caminar. Este reflejo se desvanece a los dos meses.


REFLEJO DE BÚSQUEDA
La reacción automática fundamental que antecede a la succión de la leche es el reflejo perioral, en el que el bebé gira la cabeza hacia cualquier superficie suave que acaricie su mejilla. El pezón, la piel del pecho o incluso una caricia suave provocarán esta reacción. De forma automática, el bebé girará la cabeza hacia la dirección del estímulo y, al mismo tiempo, comienza a hacer pucheros con los labios.



REFLEJO DE SUCCIÓN
Todos los bebés muestran este reflejo incluso cuando están en el útero. Después del parto, todo lo que roce la boca del bebé estimula la acción. Además, le permite agarrar el pezón firmemente para poder alimentarse. Este reflejo involuntario dura entre dos y cuatro meses.


REFLEJO TÓNICO SIMÉTRICO DEL CUELLO
Este reflejo se produce cuando el bebé está tumbado boca arriba. Gira la cabeza hacia un lado, extiende el brazo y la pierna de ese lado y, al mismo tiempo flexiona el brazo y la pierna del otro lado. Es probable que este reflejo esté presente desde el nacimiento, aunque lo habitual es que aparezca a los dos meses. Dura alrededor de cuatro meses.

1 comentario:

Jugando en Familia dijo...

Gracias por el artículo, considero importante que los padres sepamos ver estos reflejos y conocer así más el desarrollo de nuestro bebé.
Tan importante es que estos reflejos existan en el nacimiento como que vayan desapareciendo (o convirtiéndose en otros). Para que ésto ocurra es necesario que los bebés tengan libertad de movimiento...
http://jugandoenfamilia.blogspot.com/2011/10/la-importancia-del-suelo-en-el.html

Montserrat Reyes

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