martes, 4 de septiembre de 2012

Tipos de llantos del bebé. ¿Qué provoca que el bebé llore?


Me acaban de publicar el artículo nº20 en Guiainfantil.com

Durante el primer año de vida, antes de que el bebé pueda pronunciar palabra, los recién nacidos solo pueden comunicarse por medio del llanto. Desde siempre, el llanto es sinónimo de alarma. El ser humano comparte esta característica con otros animales, un rasgo que produce una respuesta inmediata por parte de sus padres. Al principio, los lloros no son un indicio especifico: los padres saben que el bebé está triste, pero no saben por qué. Con el tiempo, los padres relacionan cada llanto o los tipos de llanto del bebé con una razón.

El primer llanto del bebé

El bebé llora por primera vez nada más nacer, como consecuencia del cambio repentino de entorno. Como respuesta a este llanto, la mayoría de los padres responden con una sonrisa, ya que es la manera de comprobar que los pulmones del bebé funcionan bien.
Durante los tres primeros meses, el bebé llora con frecuencia y, a partir de entonces, el llanto empieza a reducirse. Alrededor de las seis semanas, las glándulas lacrimales de los ojos ya se han desarrollado y el bebé deja escapar sus primeras lágrimas.

¿Qué provoca el llanto del bebé?

Hay varias razones que explican los distintos tipos de llanto del bebé: dolor, hambre, incomodidad, soledad, falta de estimulación, frustración y exceso de estimulación. Una madre sensible distingue rápidamente un llanto de otro. El dolor, generalmente, produce unos lloros agudos y ensordecedores. El bebé no sabe qué pasa, no es capaz de diferenciar entre una molestia y un dolor físico, por eso se queja y llama la atención. Habitualmente, deja de llorar cuando lo acunan, y solo continúa si el dolor persiste. Si llora continuamente, es posible que tenga cólicos.
Un bebé llora cuando está incomodo, cuando tiene el pañal sucio, tiene frío o calor, etc. A medida que esa incomodidad aumenta, los lloros son más insoportables. El llanto por hambre puede detectarse por el ritmo y el momento en que ocurre. Cuando el bebé tiene mucha hambre, el llanto es alto y continuado, y solo se detiene para respirar. El llanto más fácil de calmar es el desconsolado, que pasa cuando el bebé se siente abandonado. El bebé también puede llorar por el exceso o falta de estimulación. Si está agotado, los lloros son muy quejosos, y es posible que se frote los ojos.

Llanto de cansancio y sueño en el bebé

Durante los primeros meses, el bebé se une mucho a su madre y empieza a llorar cuando se separa de ella. Sólo quiere estar acurrucado a ella. Si la madre hace caso omiso del llanto del bebé con mucha frecuencia, empezará a generar falta de confianza en el bebé. Teme que su madre no vuelva, lo que crea un sentimiento de inseguridad muy arraigado.
Mantener a la madre y al bebé cerca durante los primeros meses es solo una estrategia para evitar este tipo de problemas. El bebé necesita aprender a dormirse solo, pero esto no significa que la madre esté completamente ausente. Si la cuna está en la habitaciónde los padres durante los primeros meses, el bebe sentirá que está cerca de su madre sano y salvo. Cuando ya se ha acostumbrado, pueden trasladarlo a otra habitación,.Con seis meses, este cambio suele resultar mucho más traumático para él.

El llanto de frustración en el bebé

El llanto de frustración ocurre más tarde, cuando el bebé intenta desesperadamente hacer algo, pero no lo consigue. Este tipo de lloro aumenta a medida que el bebé empieza a flexionar los músculos y a explorar su entorno. En casos extremos, esta situación puede provocar que el bebé deje de respirar hasta que se ponga azul. Estos ataques suelen ocurrir durante una pataleta o un berriche.
  
María Algueró
Experta en Atención Temprana
Maestra de Educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil, miembro de AEMI
 
Psicomotricista.
 Instructora de porteo

Fuente: Guiainfantil.com

lunes, 3 de septiembre de 2012

Las manos de los bebés: progresos de 0 a 24 meses La evolución de las manos del bebé



Acaban de publicarme otro asrtículo más en Guiainfantil.com

Las manos de los bebés sufren una gran transformación durante su fase de desarrollo. Desde el primer reflejo de prensión que se produce nada más nacer hasta la precisión de la psicomotricidad fina, el control de las manos de los bebés va pasando por diferentes fases de desarrollo. Además, el descubrimiento de las manos es un gran hallazgo para el bebé con las que juguetean hasta que entienden que forman parte de su cuerpo.

Las manos del recién nacido

Los recién nacidos no pueden hacer movimientos precisos con las manos, en realidad, realizan pocos movimientos a parte del reflejo de prensión palmar. No obstante, en poco tiempo el bebé será capaz de agarrar y soltar objetos que le llamen la atención. Después alcanzará los objetos con la finalidad de llevárselos a la boca para explorarlos. Más adelante, los dedos podrán realizar movimientos más complejos que los anteriores y así empezar a mover sus manos para utilizarlas para un fin y con gracia.

Las huellas dactilares del bebé aparecen entre el tercer y quinto mes de embarazo. Son únicas y permanecen idénticas siempre. Crecerán los dedos y las manos, pero estos patrones no cambian en toda la vida.

Las manos del bebé durante el primer año de vida

Durante las primeras semanas de vida, el bebé mantiene las manos cerradas la mayor parte del tiempo. Es más tarde, a partir de la sexta semana de vida, cuando intenta tirar de una mano utilizando la otra. A las ocho semanas de nacido, el bebé intenta abrir y cerrar los dedos.

A las doce semanas de vida, el bebé controla mejor los movimientos con las manos e intenta golpear cualquier objeto cercano. Juega más con ellas explorándolas e investigando como funcionan. A las quince semanas, intenta alcanzar los objetos con ambas manos. Los movimientos aún son torpes, con falta de precisión por que usa toda la mano en vez de sólo los dedos. A las veinte semanas, su prensión palmar es más fuerte y eficiente. Intenta alcanzar objetos y acercárselos a la boca para investigarlos con los labios y la lengua.

Con siete meses, los movimientos de las manos son lo suficientemente precisos como para empezar a poder jugar con bloques. También puede agarrar objetos, moverlos de un lado a otro y soltarlos cuando quiera. Con ocho meses extiende la mano en un intento de alimentarse por sí solo, y cuando le dan de beber, es capaz de agarrar el biberón con las manos y mantenerlo en esa postura, aunque no siempre le sale bien.

A partir de los nueve meses, su destreza progresa a pasos agigantados. En esta fase, el bebé ha descubierto la diversión de dar palmas, y aparece el primer indicio de mover un único dedo, normalmente apuntando con el dedo índice. Sobre los diez meses el bebé empieza a usar los dedos por separado, es un gran paso que supone utilizar el pulgar y el índice para coger y sujetar objetos pequeños con precisión, haciendo el movimiento de pinza. 

Las manos de los bebés de 12 a 24 meses

Con doce meses, el bebé es capaz de pasar las páginas de un libro, agarrar objetos con firmeza, utilizar los dedos haciendo la pinza, apilar juguetes y tirarlos, y alimentarse por si mismo con una cuchara. Hacia los veinticuatro meses todas estas capacidades manuales se perfeccionan, y demuestra cada semana un control más preciso.
  
María Algueró
Experta en Atención Temprana
Maestra de Educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil, miembro de AEMI
 
Psicomotricista.
 Instructora de porteo

Fuente: Guiainfantil.com


domingo, 2 de septiembre de 2012

Actualizada la sección de productos recomendados




Os presento una selección de productos de puericultura interesantes. si quieres saber donde poder comprarlos ponte en contacto conmigo. maria.alguero@atencionycuidadosdelbebe.com














































Esta página esta en constante actualización

































































Cómo aprenden a hablar los niños. El desarrollo del lenguaje Qué pueden hacer los padres para que el niño aprenda a hablar

He encontrado en GuiaInfantil esta entrevista muy interesante a una amiga mia. Ana Carballal. La comparrto con vosotros
Cuantos más estímulos reciba el niño en su primero año de nacido, más facilidad tendrá para expresarse y hablar. La estimulación es uno de los secretos para conseguir que el niño aprenda a hablar adecuadamente. Hablarle con frecuencia, escucharle con atención y pronunciar bien las palabras, son algunos de los consejos que nos ofrece la psicopedagoga Ana Carballal, experta en atención temprana, en esta entrevista exclusiva a GuiaInfantil.com. 

1- ¿Qué pueden hacer los padres para que el niño aprenda a hablar?

Los padres son fundamentales en la estimulación del lenguaje de los niños. Hay sobre todo tres cosas que pueden hacer que es hablarles mucho, escucharles e interactuar con ellos.

 

2- ¿Cómo podemos hablar a los bebés?

Debemos hablarles mucho y a menudo, empleando un lenguaje claro y sencillo, pronunciando bien las palabras, porque a los niños lo que más les gusta es la voz de los papás y de las mamás, y segundo porque todos aprendemos a hablar escuchando primero como hablan los demás. Los padres pueden interactuar con sus hijos, desde su nacimiento a través de los cuentos y canciones, de frases afectuosas, y enriqueciendo las actividades de la vida diaria con palabras. Se trata de una mezcla entre el lenguaje oral y nuevos conocimientos y experiencias. Los niños no solo escuchan a sus padres como también estarán oliendo, tocando texturas, viendo imágenes.

 

3- ¿Cómo podemos escuchar a los bebés?

Otra forma de estimular el lenguaje de los niños es escucharles y animarles a expresarse, aunque sea con balbuceos, gritos, sonrisas… Eso porque también aprendemos a hablar cuando estamos hablando por lo que tiene que ser importante lo que ellos nos digan. 

Además de ser importante, si la comunicación no tiene una importancia para los niños, ellos van a perder el interés por hablar, es decir, si nosotros anticipamos lo que ellos necesitan antes de que ellos puedan comunicarlo. La comunicación va a perder el sentido para ellos y van a perder la curiosidad y el interés.

 

4- ¿Cómo se interactúa con los bebés?

La tercera estimulación que dijimos es interactuar con el niño, es decir, hablar y escuchar a la vez, y la mejor manera de interactuar es el juego, los niños aprenden jugando con sus padres y es donde aprenden por ejemplo cómo funciona la conversación, primero hablas tú, luego hablo yo, qué condiciones hay para comunicarnos, la claridad, la melodía y sobre todo las interpretaciones de los padres. Para jugar con las palabras, podemos utilizar libros de cuentos, los que contienen solapas que esconden algún animal u objeto, como también canciones que invitan a hacer gestos y movimientos.

 

5- ¿Cómo deben expresarse los niños de 3 a 6 años de edad?

La etapa lingüística empieza más o menos cuando empiezan las primeras palabras pero es a partir de los dos años donde vemos que el desarrollo del lenguaje se desarrolla más rápidamente.

Entre los 3 y los 5 años, los niños van a desarrollarse en 4 componentes del lenguaje: la fonética, los sonidos de la lengua, la semántica, la sintaxis. ¿Cómo usan el lenguaje? De manera muy significativa los niños de 2 a 3 años se comunican con oraciones simples, ya usan muchos adjetivos, por ejemplo también vemos que empiezan a usar los adverbios y es una etapa significativa porque es cuando empieza el periodo de las preguntas que tanto conocemos. De los 3 a los 4 ya vemos un poquito más de complejidad y la vemos por ejemplo en que comprenden mucho mejor y eso hace que respondan mucho mejor a nuestras órdenes y a nuestras preguntas, y aparece por ejemplo la oración subordinada y por ello pueden expresar varias ideas a la vez.

En el último periodo de la etapa lingüística que sería de los 5 a los 6 años adquieren muchísima más complejidad en su lenguaje, las oraciones son mucho más complejas vemos que utilizan composiciones gramaticales que le permiten hacer oraciones más largas y además adquieren ya el repertorio fonético, es en este momento entre los 5 y los 6 años cuando adquieren la “r” que es el fonema más difícil y todos, y además es muy significativo entre los 4 y los 6 años el cambio que vamos a ver en su lenguaje y también cómo es su desarrollo cognitivo, las preguntas que pasan de ese egocentrismo inicial de los primeros años a preguntas más desarrolladas con la socialización.

 

6- ¿Cuál debe ser la actitud de los padres en el desarrollo y maduración del lenguaje de los niños?

Los padres deben enseñar al niño hablando correctamente. La actitud y la influencia de los padres en el desarrollo de los niños es fundamental. Porque los padres son una referencia para el niño. Las primeras personas de quienes escuchan palabras, las primeras voces y los que le ofrece un ambiente seguro para pueda investigar, jugar, hablar. La actitud de los padres debe ser sobre todo una actitud positiva. Para ser ese guía tenemos que disfrutar de ese momento. Estar contentos de acompañar y de ver cómo crece nuestro niño. No forzar el lenguaje sino que sea algo natural. Y cómo lo hacemos, pues enriqueciendo la vida diaria con mucho lenguaje porque nosotros somos un modelo. Cómo, no haciendo que haya un tiempo específico para el lenguaje sino que todo está rodeado de lenguaje no específicamente dedicado al lenguaje.

Tareas específicas que pueden hacer los padres. Transmitirle un feedback correctivo, cuando ellos digan mal una palabra nosotros devolvérsela correctamente pero sin corregirle, por ejemplo si el niño dice ‘opa’ en vez de sopa, ella debe de decir quieres sopa. 

También evitar que cuando un niño hable mal, esto sea una gracia y repetirlo. Los padres deben ayudar al niño a pronunciar bien las palabras. Repetirlas cuantas veces sean necesarias y buscando no humillarle ni burlarse de los errores del niño. Los padres son el modelo para los hijos.

 

7- ¿Por qué las niñas suelen hablar antes que los niños?

Algunas estadísticas dicen que las niñas aprenden a hablar antes que los niños y señalan que el celebro de la mujer está más desarrollado en su hemisferio izquierdo, justo donde se desarrolla el habla. No obstante esto es sólo una predisposición biológica pero el ambiente es muy importante, entonces podemos favorecer el desarrollo del lenguaje de nuestros hijos tanto si son niñas como si son niños.


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