miércoles, 15 de agosto de 2012

Evolución del habla en el bebé

Anima a tu niño a hablar y escuchar.

¡Da gusto oír por primera vez al bebé! Aunque sea un simple balbuceo, a partir de este momento no dejará de incorporar palabras a su repertorio. Y conforme lo vaya haciendo, tú también podrás descubrir nuevos detalles sobre su personalidad.

Y es que a los niños les encantan las voces, ¡incluso antes de nacer ya escuchan las conversaciones del exterior! Por eso es importante que le hables y animes con respuestas cariñosas, y que gesticules y mantengas el contacto visual con él en todo momento, para que empiece a entender que la comunicación es algo más que palabras.

No hay un momento exacto para empezar a hablar, cada bebé es diferente, pero estas fases genéricas te ayudarán a entender es proceso:

Su primer cumpleaños

Seguramente ya balbucee e intente seguir el hilo de las conversaciones con palabras inexistentes o juntando las pocas que conoce. Aunque en su vocabulario solo conste mamá y papá, entiende muchas más palabras de las que imaginas.

18-24 meses

En esta etapa muestra un verdadero interés por su entorno. Empezará a nombrar un montón de objetos familiares como "taza", "gato", "peluche" y, por supuesto, a llamar a "mamá" y "papá". ¡Puede llegar a aprender hasta 10 palabras al día!
También es capaz de señalar cosas y personas conocidas, y es consciente de que aprender a hablar es la mejor forma de conseguir lo que quiere.

2 años
Este es el momento en el que empiezan a juntar palabras para formar frases sencillas, lo que se suele llamar el lenguaje del bebé. Es muy probable que diga cosas como "yo jugar" o "mamá, agua". También suele ser habitual que empleen una palabra que conozcan para describir algo que les resulta familiar, como llamar al gato "perrito" y a la piscina "zumo".

3 años

Tu niño ya dice frases más largas Ya conoce casi 900 palabras, una quinta parte de las que conocerá con 5 años.

Cómo puedes ayudar a tu niño a hablar y escuchar

El cerebro del bebé es como una esponja, absorbe palabras todo el día. Cuanto más le hables y escuches, más irá aprendiendo. Ayudarle también a entender lo que escucha también es muy importante para su proceso de socialización y capacidad de concentración. Estos sencillos trucos te ayudarán a conseguirlo:

Háblale cara a cara: mantén con él contacto visual en todo momento, así entenderá que las palabras son mucho más que sonidos.

Toca o apunta a las cosas de las que hablas: ve nombrado los objetos que forman parte de su día a día, como la ropa o los juguetes.

En un ambiente silencioso aprende a escuchar mejor: que no os distraigan mucho la radio, la tele u otro tipo de ruidos ambientales. Así os podréis centrar mejor el uno en el otro.

Habla sobre lo que está haciendo y sobre lo que estás haciendo
: "Estás empujando el carrito". "Estás pintando con las ceras". Si vas explicándole lo que hace, le ayudas a recordar los nombres y las acciones. También puedes contarle lo que vas haciendo en casa o cuando vais caminando por la calle.

Hacer cosas nuevas: los niños van aprendiendo con la experiencia. Si tu hijo te mira mientras preparas la comida y le vas nombrado los ingredientes, le ayudarás a recordar los distintos alimentos. Y si vas al zoo a ver los animales, en vez de mirarlos en un libro, los nombres tendrán más significado para él.

Lectura diaria: al leerle cuentos fomentas su capacidad de comunicación. Y cuando se sepa su cuento favorito, te darás cuenta de que, al pararte antes del final de una frase importante, ¡la terminará él solito!

Cantar ayuda: ¡no hace falta que tengas una voz estupenda para que funcione! Con las canciones los sonidos se emiten más despacio y tu pequeño captará mejor la pronunciación.

Habla despacio: al igual que con las canciones, al hablar despacio ayudas a tu hijo a recordar los distintos sonidos.

Rimas infantiles: la lectura de versos infantiles es otra forma divertida de ayudar a los niños a aprender sonidos y palabras. Si se te ocurre alguna a ti, seguro que te dedicará sonrisas y carcajadas.

No dudes en repetir: ya se trate de leer, cantar, rimar o charlar, al hacerlo una y otra vez, el niño aprende con mayor facilidad.

Dale muchos ánimos: aplaude con ganas a tu hijo cuando pronuncie palabras que conozca o pruebe otras nuevas. Si las dice mal, repítelas correctamente y pasa a otra cosa sin más.

Enséñale a ser educado: tu niño es "todo oídos". Aprovéchalo para enseñarle normas básicas de educación como "hola", "por favor" o "gracias".


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