sábado, 28 de enero de 2012

Estimulación para bebés de 0 a 6 meses, mes a mes

Aquí esta mi 8º artículo publicado en GuiaInfantil.com

La estimulación ayuda al bebé a concentrarse en reconocer las sensaciones de su cuerpo y a aprender a autorregularse. Para llevar cabo una estimulación adecuada es necesario que el bebé cuente con una persona de referencia que le brinde todo lo necesario para su bienestar. Los padres son las personas más indicadas para ofrecer estas actividades de estimulación a su bebé al conocerle mejor y ser más sensibles a sus demandas. Es importante actuar con precaución y cautela, ya que algunos bebés no se muestran receptivos a dos actividades a la vez, por ejemplo, y es mejor ir de una en una. 

Estimulación para bebés de 0 a 6 meses

Estimulación para bebés de 0 a 6 meses
Ideas para estimular al bebé mes a mes, durante su primer medio año de vida. Juegos, actividades, masajes, sonidos... son sólo algunas de las iniciativas que los padres pueden poner en marcha, siempre teniendo en cuenta, cada etapa del desarrollo en la que se encuentre el bebé.

Primer mes del bebé- Aprender a imitar las muecas de la madre será fundamental para en un futuro reconocer las emociones y estimular el lenguaje
- Los masajes estimulan el sistema inmunológico y le protegen de enfermedades; además de favorecer un buen vínculo afectivo
- Chupar objetos o su mano les calma y les relaja
- Las canciones le relajarán, le divertirán y estimulará su audición
- Hazle rodar como una croqueta  para estimular su agudeza visual
- Mécelo en brazos mientras le hablas
- Acércale tu dedo a su mano para que abra el puño y te agarre
- Los móviles de la cuna le harán desarrollar su sensibilidad

Segundo mes del bebé - Tarjetas con dibujos en blanco y negro les llaman la atención ya que hasta los tres meses lo que mejor ve es el contraste clar0/oscuro
- Bailar o balancearse con el bebé en brazos les da tranquilidad y les gusta
- Los sonidos de los sonajeros o de los juguetes le ayudarán a desarrollar sus sentidos: Haz sonar un cascabel para captar su atención, no te olvides de hacerlo por los dos lados
- Los mordedores le vendrán bien para experimentar con la boca
- Coger al bebé para mecerlo subiendo y bajándole mientras le haces carantoñas le encantará
- Aprovechar el cambio de pañales para hacer ejercicios de piernas
- Estimúlale mediante caricias manteniendo contacto visual

Tercer mes del bebé- Estimular su cuerpo con diferentes texturas, le ayudará a ir reconociendo texturas, ya que la piel es el sentido que más información les transmite
- Con el bebé tumbado podemos hacer movimientos suaves de sus piernas mientras le hablamos o le cantamos una nana
- Hacer ejercicios como levantarle de los dos brazos desde tumbado a sentado le hará fortalecer los músculos dorsales
- Hacer sonar un sonajero le ayudará a centrar su atención en el objeto girando la cabeza hasta encontrarlo, podemos ir cambiando de lugar el sonido para que se gire
- Dale un sonajero o un juguete que emita sonidos al moverlo, le encantará la repetición de moverlo y que suene
- En la bañera chapotea para que el también lo haga con sus piernas y brazos
- Los juegos de sombras les gustan mucho porque les llama mucho la atención; en una habitación oscura con una linterna haz sombras de animales y emite sus sonidos
- Déjale chupar objetos y llevárselos a la boca para investigarlos

Cuarto mes del bebé- Coger al bebé por el pecho y balancearlo hacia los lados le gustará y arrancará sus primeras sonrisas
- Con el bebé tumbado podemos enseñarle un globo desde arriba para que intente cogerlo, podemos moverlo para que lo busque y lo toque, le ayudaremos a ir descubriendo las partes de su cuerpo
- Con el bebé tumbado le sujetaremos por el pecho con los brazos y le levantaremos muy despacio para que le ayude y fortalezca los abdominales
- Mientras el bebé está sentado podemos ofrecerle juguetes desde arriba para que suba los brazos y lo coja, si además le sentamos sobre una pelota trabajaremos el fortalecimiento del tronco
- Ponte delante del bebé e imita sus sonidos, ya verás como le gusta y te responde
- Cuéntale lo que ves y lo que haces con detalle, de este modo alimentarás su curiosidad
- Ayúdale a reforzar los músculos del tronco con juegos que le hagan girarse sobre sí mismo, acércale juguetes para que los alcance desde la posición de sentado apoyado en cojines
- Haz gestos para que te imite

Quinto mes del bebé- Túmbale boca abajo y muéstrale juguetes para que empiece a liberar una mano para coger el juguete
- Boca abajo dale cosas de diferentes texturas para que haga ruido (papel de seda, papel de bolitas, papel de regalo, telas..)
- Con un rulo hinchable o de gomaespuma coloca al bebe por encima y sujétalo mientras le hacer rodar un poco para adelante y para atrás
- Le relajará mucho si le tumbas dentro de un fular y haces de hamaca meciéndole a los lados
- Déjale un espejo de bebé para que empiece a verse, enséñale su imagen y di su nombre
- Juega a los cinco lobitos
- Aprovecha la hora del baño para darle un masaje con aceite

Sexto mes del bebé- Tumbado boca arriba puedes meter una pelota en una red y dejarla por encima del bebé para que le dé con los brazos y las piernas
- Juega con tu bebé delante de un espejo diciéndole ¿Quién es?, chupará el espejo para percibir más cosas, déjale para que vaya aprendiendo que es el mismo
- Deja caer una pelota cerca de él para que la vea la causa-efecto
- Juega a dar y tomar juguetes
- Los circuitos de gatero le vendrán fenomenal para estar entretenido mientras fortalece su espalda
- Juega a pasarte objetos de una mano a otra, que sujete él el biberón y que empiece a usar cucharas


María Algueró
Experta en Atención Temprana
Maestra de Educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil. Psicomotricista
Instructora Independiente Cincodeditos
Instructora de porteo

Cambio de la cuna a la cama

Es muy común, después de que el bebé empieza a dar sus primeros pasos, que su agilidad se vea redoblada. En esta etapa, el bebé probará una libertad mucho más grande de movimientos, lo que le dará más curiosidad por otras cositas y otros lugares de la casa, hasta llegar al punto de poder salir él solo de su cuna.
Su desarrollo es lo que le impulsará al cambio de la cuna a la cama. Un cambio que, por regla general, suele tener lugar a los dos o dos años y medio, o cuando el niño siente que la cuna ya no tiene tanto espacio para que él se duerma y se estire.

De la cuna a la cama: un gran cambio para el bebé

De la cuna a la cama
Muchos niños, especialmente los que tienen hermanos mayores, suelen dar este gran paso incluso antes de los dos años, por el simple deseo de imitar, querer hacer y portarse de igual manera que a su hermano mayor. Se sienten más estimulados a subir este gran escalón hacia la independencia.
Otros niños, al contrario, aunque les guste estar en camas grandes como la de sus padres, e incluso acepte la idea de irse a dormir en una cama sólo para él, se resisten a salir de la cuna. Eso es una reacción muy normal, ya que fue en la cuna donde él aprendió a conciliar el sueño, donde se siente protegido, arropado, y más seguro. La cuna ha sido su primer "madriguera".
Para animar y estimular un niño a que acepte un cambio nada mejor que dejarle que participe en la toma de algunas decisiones. En el caso de la cama, lo ideal es dejarle colaborar en todo lo que se refiere a la nueva cama. El niño podrá ayudar a elegir su nueva cama, elegir los colores y estampados de las nuevas sábanas, etc., ayudar en el desmonte de la cuna y saber donde la van a guardar, y así con todo.
Dependiendo del niño, hay casos en los que se necesita un periodo de adaptación, es decir, que el niño se vaya habituando paulatinamente a la nueva situación. Mientras sigue durmiendo por la noche en su cuna, déjale que juegue o duerma la siesta en la cama, hasta que se sienta más seguro en ella y haga el cambio definitivo. Al mismo tiempo, es necesario explicarle los motivos del cambio, valorando siempre su crecimiento y su tamaño. Y como si eso fuera poco, no dejes de llevarle a su cama el muñeco, la mantita o el juguete con el que dormía en la cuna.

La mejor cama para los niños

No existe en el mercado una cama ideal para los niños. La cama ideal es aquella que se adapte al crecimiento de vuestro hijo y al espacio que tenéis en su habitación, que su precio esté dentro de lo esperado, y que sea funcional. Sin embargo, a la hora de elegir la cama para tu hijo, tengas en cuenta algunos consejos para su seguridad:
1- Que la cama no tenga esquinas puntiagudas que puedan hacer daño al niño.
2- Que en la cama se coloque una barandilla en una o en sus dos laterales, para evitar que el niño corra el riesgo de caerse.
3- Que la cabecera sea lo más sencilla posible, evitando los barrotes que ofrezcan peligro al niño
4- Que entre la cama y el colchón no queden espacios donde el niño pueda apretar una mano o un pie.
5- Que la cama no sea muy alta para evitar riesgos de algún golpe a los niños.

Fuente: GuiaInfantil.com


Estimulando el tacto: Actividades plásticas desde los 18 meses

Uno de los primeros sentidos que el bebé tiene más desarrollados es el tacto  Poco a poco pasa del acto reflejo a coger los objetos intencionalmente. Notarás que aproximadamente a los 7 meses podrá coger objetos con ambas manos, pero es a través del gateo que recibe mayor información de su ambiente: la temperatura del medio donde se desplaza es tan diferente como las texturas en donde puede hacerlo.
Los juegos con masillas son ideales a partir de los 18 meses. El niño y la persona que lo acompañe puede dirigir las actividades que en un inicio serán sólo de presentación de los materiales, para familiarizar al niño con ellos. Si los vamos a adquirir en tiendas debemos de tener cuidado de cerciorarnos si los productos cuentan con información de no toxicidad.
En casa también puedes experimentar y crear tus masillas con harinas o granitos de avena mezclados con un poco de agua hasta formar una textura suave. Aprovecha el verano pues tus niños querrán tener las manos húmedas y estos materiales le gustarán mucho. 

¿Qué actividades puedes realizar?
  • Experimentar libremente.
  • Reconocer y diferenciar texturas o consistencias.
  • Hacer bolitas y palitos empleando la palma de la mano apoyada en la mesa.
  • Hacer bolitas y palitos empleando sólo dedo pulgar, índice y anular.
  • A partir de estas bolitas crear muñequitos o animalitos.
 ¿Qué beneficios se obtienen?
  • Logra mayor control y destreza con las manos.
  • Logra una buena coordinación óculo manual.
  • Desarrolla su creatividad mediante la experimentación.
  • Desarrolla la capacidad de observación y atención.
  • Enseña a pensar creativamente y resolver problemas.
  • Estimula el lado creativo del cerebro.

Fuente: http://cosasdelainfancia.com/

jueves, 26 de enero de 2012

Los gemelos en el colegio. ¿Juntos o separados?

He encontrado un artículo de Coks Feenstra sobre la escolarización de gemelos, mellizos y trillizos; un tema que siempre ha levantado polémica y que genera muchas dudas a los padres cuando llega el momento de llevar a sus hijos al colegio.

Coks Feenstra
Nació en Ferwerd (Holanda) en 1952. Estudió Psicología en la Universidad de Groningen (Holanda), especialidad psicología infantil, y se graduó en 1977. Actualmente reside en Benavites (Valencia) y tiene tres hijos.
www.coksfeenstra.info

Muchos padres de gemelos (y trillizos) se enfrentan ante la difícil pregunta sobre si es bueno o no separar a sus hijos.
En los colegios existe una tendencia de separar a los gemelos, independientemente de su relación y no estoy a favor de esta norma, ya que hay que valorar cada situación individualmente, teniendo en cuenta varios factores que trataré a continuación.

¿Gemelos o mellizos?
En primer lugar hay que distinguir entre los dos “tipos”: los idénticos (gemelos) y los no-idénticos (mellizos).
Los primeros son fruto de un solo óvulo (zigoto) que tras su fecundación se divide en dos partes iguales. Cada parte lleva el mismo material genético y por lo tanto los bebés son del mismo sexo, comparten rasgos físicos (color del pelo, piel, ojos) y tienen un carácter y gustos parecidos. Generalmente se sienten muy unidos y su relación es muy íntima (un dato importante para este tema).
Los mellizos provienen de dos óvulos, cada uno fecundado por un espermatozoide diferente. Los bebés se parecen como hermanos; pueden ser del mismo sexo o no. Su relación suele ser también íntima al haber compartido la vida intrauterina, pero menos que la de los idénticos. En general tienen un desarrollo y caracteres distintos.

Esta breve explicación sobre su origen demuestra que en primer lugar se debe mirar el origen de los niños (la zigosidad) y que hay una diferencia tan marcada entre ambos “tipos” que no es recomendable aplicar una sola norma para todos estos niños.

También la edad influye
En segundo lugar hay que mirar la edad de los niños:
Si tienen entre 1 y 3 años, aún no conocen bien el concepto del “yo”. Tardan, más que otros niños, en adquirir este concepto: no sólo tienen que entender que no son una parte de la mamá (lo piensa todo niño durante el primer año de vida), sino que tampoco son ¡parte del hermano-gemelo! Ellos conocen antes el concepto del “nosotros” que del “yo”; prueba de ello es que se llaman a si mismos con el nombre de los dos (Juan-Marti). Separarles antes de que empleen el término “yo” y su propio nombre no es aconsejable. Significaría, además, una doble separación: la de la madre y la del hermano gemelo. El estar juntos les facilita la adaptación al colegio.
Cuando ya tienen entre 3 y 6 años, la situación cambia: ya conocen el “yo” y toleran mejor la separación de la madre y del hermano gemelo. Ahora el factor determinante para separarles o no, es el carácter de los niños, además de su zigosidad (en el caso de los idénticos hay que tener más cuidado debido a su íntima relación).
Pueden haber situaciones que hacen recomendable la separación: uno domina al otro, las peleas son continuas, etc., y que curiosamente suelen darse más en los mellizos que en los gemelos. Si en caso contrario, la relación entre ellos es armoniosa y su compañía no interfiere en la relación con otros niños, ni con su profesor, no hay motivo para separarles.

No forzar la independencia
Hoy en día predomina la idea de que hay que separar a los gemelos/mellizos para que aprendan a ser independientes. No obstante, no es necesario forzarla: el niño tiene toda una vida por delante para aprender a ser independiente.
En la adolescencia surge en ellos de manera espontánea el deseo de distinguirse y separarse del otro. Y también tenemos que darnos cuenta de que una separación de los niños en si no conduce a una mayor individualidad.
La educación que reciben en casa juega un papel mucho más importante en todo este proceso.
Conozco a unos gemelos que compartieron aula durante toda su vida escolar y ahora, ya adultos, llevan vidas satisfactorias e independientes.
Y también conozco a otros que se molestaban tanto que los padres optaron por llevarles a colegios distintos. Sólo así pudieron desenvolverse con éxito.
Son dos extremos que demuestran la importancia de valorar la situación de cada “pareja” individualmente.
Yo aconsejo cierta flexibilidad: cuando entran en el colegio, con tres años, puede ser una buena idea optar por clases separadas, pero también ¡un verdadero trauma!, cuando los niños aún no tienen la madurez suficiente para ello. Y cuando aún no tienen los 3 años cumplidos o nacieron prematuros, deben empezar juntos.
No se trata de una decisión definitiva para toda su etapa escolar, ya que los niños cambian mucho a lo largo de los años y es probable que los gemelos o mellizos estén muy bien juntos durante unos años, pero más adelante sea preferible separarles. Por lo tanto puede darse la situación de que, en un mismo colegio, unos gemelos estén separados y otros juntos por motivos totalmente justificados. Al fin y al cabo ¡no se trata de un grupo homogéneo!

Los siguientes casos demuestran que la decisión para separar a unos gemelos idénticos a veces resulta positivo, pero en otras parejas no.

Las gemelas idénticas Paula y Elisa tienen desde su nacimiento caracteres muy diferentes: Paula, la primera en nacer y por ello “la mayor”, es tranquila y muy observadora. Elisa, 5 minutos más joven, es llorona y nerviosa. Hasta los 6 años siempre han ido a la misma clase, pero ahora que se acerca una nueva etapa –la de Primaria- los padres están pensando en separarlas. ¿Por qué? Entre ellas se da cierta dependencia. Paula es sin duda la más madura y la que siempre cede ante su hermana. Elisa es celosa, más insegura de sí misma y dependiente tanto de sus padres como de su hermana gemela. Entre ellas se ha ido estableciendo un reparto de roles que queda implícito hasta en sus juegos: la “buena” y la “traviesa”. Los padres intentan por todos los medios elogiar mucho a Elisa para subirle la autoestima, pero a su pesar la que peor se comporta es ella y, por lo tanto, a la que más tienen que llamar la atención. Se queja y no sin razón, de que a ella es a la que más regañan y que por lo visto ella es “la peor parte del lote”. Los padres temen que este reparto de roles se agudice con el tiempo y tras consultarlo conmigo, optan por separarlas en el colegio.
Ahora las niñas tienen 11 años. ¿Cómo les fue la separación?
Al principio fue difícil, sobre todo para Paula, ante la sorpresa de sus padres. Elisa pareció ganar confianza en sí misma muy pronto, se mostró más madura y hasta fue más alegre. Mientras Paula echaba de menos a su hermana, Elisa pareció haberse quitado un peso de encima. Un problema añadido fue que la mejor amiga de las niñas se quedó en la clase de Elisa, por lo que Paula no sólo perdió la compañía de su hermana, sino también la de su amiga. En los recreos solían juntarse, pero al terminar el tiempo de juegos Paula tuvo que volver sola a su aula, lo cual creó una rivalidad tremenda entre ellas. Tras unos meses difíciles las niñas empezaron a acostumbrarse a la nueva situación. Si bien decían que preferirían estar juntas, ninguna de las dos quería dejar su clase y cada una opinaba que la otra tenía que venirse a la suya. Esto significaba que cada una tenía un grupo de amigas bien establecido.
Ahora, a sus 11 años, cada una sigue teniendo ese carácter que les definió bien desde su más tierna infancia: Paula es la más despierta y la que controla bien sus emociones y Elisa es la más sensible y mimosa. Pero la relación entre ellas es sana y equilibrada. Ninguna ejerce el papel de “responsable” sobre la otra ni tampoco se han convertido en “la dócil” y la “rebelde”, tal y como temían sus padres.
Las niñas dicen sentirse felices por estar en clases separadas, porque les permite tener a cada una sus propias amigas; que también las comparten, pero saben en cada momento “quién es de quién”. Y esto lo valoran mucho.

El caso de Alba y Susana, mellizas de 3 años: “Los padres deciden ponerlas en aulas separadas cuando entran en la etapa escolar. Para Alba resulta muy difícil estar sin su hermana. En clase no habla con nadie, ni con su profesora ni con los demás niños. En el recreo busca siempre a su hermana y pasa el tiempo jugando con ella. Cuando suena el timbre de fin de recreo, se pone en la fila de Susana con la esperanza de que la dejen estar con ella.
En casa empieza a dormir y comer mal. De una niña alegre se convierte en una niña triste.
Los padres, junto con la dirección del colegio, deciden que la separación no es positiva para Alba, por lo que deciden ponerla en la misma clase que su hermana.
Con el tiempo Alba seguramente adquirirá mayor autonomía y más seguridad en si misma, por lo que la separación dejará de ser un trauma.

El siguiente testimonio de gemelas idénticas, de 37 años, demuestra cómo la presión de separarlas puede ser traumática:
“Yo quería estar con mi gemela y ella conmigo, pero parecía que nadie aprobaba este deseo, como si estar en su compañía fuera algo mal visto y anormal.
Desde que teníamos tres años, nos separaron. Y esto nos perjudicó muchísimo: empezamos a odiarnos y a distanciarnos. Antes habíamos sido amigas y compañeras de juego, pero ahora sólo nos peleábamos e íbamos cada una con una amiga. Lo hermoso de nuestra relación se fue estropeando. Esto duró hasta que llegamos a ser casi adultas. Elegimos las dos la misma carrera, así que volvimos a estar juntas. Y ya lejos de la influencia paterna (ya no vivíamos en casa) y escolar, descubrimos de nuevo la una a la otra y hicimos todo lo posible para recuperar el tiempo perdido”.

Recomendaciones en caso de separación
. Los padres deben prepararles ante la separación, visitar con ellos las distintas aulas y sus profesores y explicarles el motivo.
. Hay que tener en cuenta que les puede costar estar separados (sobre todo a los idénticos). Darles apoyo y permitirles que se visiten entre horas y se lleven algo del hermano (un juguete o un peluche) es importante. Los niños no deben vivir la separación como un castigo.
. A veces la separación es aconsejable, pero aún no viable (extrema dependencia, timidez). En este caso conviene estipular un plan que lleve progresivamente a la separación (sentarse en mesas distintas, quedarse uno algún día en casa de los abuelos, etc.).

Recomendaciones en caso de que compartan el aula
. Considerarlos como individuos. Si es difícil distinguirlos, los padres pueden echar una mano, bordando su nombre en la ropa, indicando un distintivo, como cicatriz, etc.
. Evitar que uno hable por el otro. Dedicar tiempo extra al gemelo menos elocuente. Procurar que trabajen en grupos distintos.
. No comparar sus trabajos y menos delante de ellos. Esto aumenta la rivalidad. Los idénticos pueden cometer los mismos errores sin que se hayan copiado (tienen capacidades intelectuales muy parecidas).


Podéis encontrar más información sobre gemelos, mellizos, trillizos y más en el libro publicado por Coks Feenstra “El Gran Libro de los Gemelos” y en www.partosmultiples.net

Fuente: minidos
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