Acaban de publicarme en
GuiaInfantil.com otro artículo más. Esta vez sobre los pies de los bebés
Los pies de los bebés miden al nacer un tercio de lo que medirán cuando
formen parte del cuerpo de un adulto. Suelen medir alrededor de 8 cm y tienen
una forma triangular porque los huesos
del tobillo no se han fortalecido aún con la marcha. Su función principal es la
detección sensorial a partir de las terninaciones nerviosas que envían
información sobre su entorno.
¿Cómo cambian los pies de los bebés?
Al año de vida,
los pies de los bebés pueden llegar a alcanzar la mitad de su tamaño final. En
un año crecen una media de 12 centímetros y de este momento en adelante no
paran de modificar tu tamaño y estructura. Durante los primeros 15 meses de
vida, los pies de los bebés crecen medio número (3 milímetros) cada dos meses aproximadamente. De los 15 meses a los 2 años, medio número cada tres
meses y de los 2 a los 3 años, medio número cada tres o cuatro meses. Cada talla
de calzado
infantil es 6 milímetros mayor que la anterior, y los huesos de los pies
suelen crecer hasta los 15 años de vida aproximadamente, antes de osificarse
por completo.
Además de la
diferencia de tamaño, los pies del bebé también son distintos a los de un
adulto en su anatomía. Tienen una capa de grasa mayor, por lo que son más
blandos y redondos que los pies del adulto y, sobre todo, más flexibles porque
los huesos aún están desarrollándose. Y en cuanto a la postura, los pies
de los bebés tienden a girarse hacia dentro como consecuencia de la postura
que el bebé tenía en el útero durante los meses de embarazo. Estas
características se suavizan cuando el bebé empieza a caminar y a desarrollar la
musculatura debido a la marcha.
A medida que van
pasando los meses, los pies de los bebés van teniendo más fuerza. No debemos
preocuparnos si cuando empiezan a andar lo hacen con las piernas arqueadas y
los pies hacia dentro, ya que esta postura va desapareciendo cuando
caminan con más seguridad, por tanto, no debemos acelerar el proceso.
La sensación que
a la vista producen los pies de los bebés cuando comienzan la marcha es que son
planos y, por este motivo, les tiemblan los tobillos al andar. Para corregir
esta falsa creencia se comenzaron a diseñar zapatos especiales para andar,
rígidos y con suelas de cuero. Pero investigaciones recientes han demostrado
que los bebés no tienen los pies planos, sino que tienen una musculatura débil.
Mueven el pie igual que los adultos del talón a la punta de los dedos y los
tobillos les proporcionan equilibrio, pero su musculatura no está entrenada. Al
empezar a andar necesitan práctica y de la repetición se endurecen los músculos
y los ligamentos.
Hay estudios que
demuestran que los niños que crecen descalzos tienen menos problemas en los
pies que los que utilizan zapatos.
Esto es porque si el bebé camina descalzo, los pies crecen de forma natural,
desarrollan unos músculos más coordinados y fuertes que los niños que van
calzados constantemente. El calzado da mayor sujeción al pie. Los zapatos no
deberían usarse para andar por casa, para que los pies cojan la fuerza
suficiente.
A los bebés les
gusta llevarse el pie con la mano a la boca, un logro que consiguen por su
elasticidad y la curiosidad que sienten por su propiocuerpo. Además, hay que
tener en cuenta que la manera de explorar de los bebés es llevarse todo a la
boca. Cuando ya controlan sus manos son capaces de cogerse los pies y meterse
los dedos en la boca para chuparlos. Además, el descubrimiento de los pies como
el de las manos les invita a jugar no sólo físicamente, sino también
mentalmente. Poco a poco, van descubriendo que sus manos y pies forman parte de
su cuerpo.
Experta en Atención Temprana
Maestra de educación Infantil (especialista 0-3)
Educadora de Masaje Infantil, miembro de AEMI
Psicomotricista. Instructora de porteo
Instructora Independiente Cincodeditos
No hay comentarios:
Publicar un comentario