La mejor manera de saber
si un bebé está bien alimentado es observar su aspecto y su comportamiento.
Una de las principales
inquietudes de las madres pasa por saber si sus hijos están recibiendo todo el
alimento que necesitan. Esta duda, que también surge con la lactancia
artificial, es especialmente intensa cuando se cría al bebé con el pecho, ya
que no se puede controlar lo que toma cada vez. De hecho, la posibilidad de medir
la cantidad de leche es una de las ventajas que las madres angustiadas ven en
los biberones.
Al margen del peso, no hay motivo para pensar que un bebé está siendo alimentado de manera insuficiente si:
- tiene buen color.
- reacciona normalmente a los estímulos.
- está contento o tranquilo (sin estar adormilado) la mayor parte del tiempo.
- aguanta al menos dos horas entre toma y toma.
- moja entre cuatro y seis pañales al día con una orina clara e inodora (y no se le está dando agua).
Fuente: www.consumer.es
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