Los talleres para bebés
estimulan las habilidades de los pequeños y ofrecen ideas creativas a los
padres

¿Qué beneficios aportan los talleres para bebés?
En la actualidad, la
oferta es tan amplia que lo difícil es terminar la búsqueda sin haber
encontrado algo que resulte apetecible. Si bien cada taller trabaja habilidades
motoras, cognitivas o psíquicas específicas, dadas las limitaciones y las
necesidades tan particulares que impone un bebé, la mayoría suelen coincidir en
cinco ideas básicas.
- Estimular la psicomotrocidad del bebé.
- Fomentar la sociabilidad del bebé y de la familia, pues los talleres suelen ser grupales y se comparte espacio con otras familias.
- Pasar un rato divertido con el padre o la madre y aprovechar ese momento para fortalecer el vínculo afectivo con ellos.
- Proporcionar ideas para que la familia aprenda a jugar y que los niños no se aburran en casa.
- Encuentros semanales impartidos en sesiones de 1 a 1 hora y media.
Nueve tipos de talleres dirigidos a los bebés
Existen muchos talleres
disponibles para los pequeños de entre 3 meses y 4 años, aunque pueden
clasificarse de la siguiente manera:
1. Masajes
para bebés. Aquí los progenitores aprenden a estimular a sus
hijos principalmente a través del contacto. Se trata de hacer movimientos
suaves para relajar al bebé y, de paso, establecer un vínculo afectivo a través
de la piel. En muchos casos también se utilizan pelotas de gimnasia, sobre las
que se sienta o se hacer rodar despacito al niño. El movimiento, unido a la voz
del adulto, la música o algún sonajero, completan el mar de sensaciones en el
que se sumerge a los niños. En estos vídeos, el centro Andares muestra mejor de
qué se trata.
2. Talleres
de música. La idea es explotar el ritmo, el movimiento corporal
o algunos instrumentos musicales sencillos para estimular las habilidades
cognitivas, motoras y psíquicas de los niños. Y es importante entender que no
se trata de buscar al nuevo Mozart, ni de que los niños terminen siendo
músicos; sino que se pretende que jueguen con la música y que esta les sirva
para despertar sus sentidos, fortalecer la escucha, potenciar la memoria o
fomentar su creatividad. Un buen lugar donde informarse mejor es la web de
Agugutamtam.
3. Talleres
de cuento. Una cosa es la idea idílica de "voy a contarle
un cuento a mi hijo" y otra, la realidad contra la que muchos padres se
estrellan cuando intentan ponerlo en práctica. Estos talleres pueden ser muy
útiles al respecto. Por un lado, abonan el terreno para que los niños se
muestren más receptivos a escuchar cuentos; y por otro, los adultos pueden
aprender de los excelentes narradores orales que se dan cita en estos espacios.
De paso, como se celebran en librerías, encontrarán orientación profesional
para saber qué libros pueden comprar para sus hijos. En este vídeo, las
responsables de la librería El Hada Trabalenguas lo explican de maravilla.
4. Talleres
artísticos. Estos son los típicos talleres donde los niños
acaban con las manos llenas de pintura y con la ropa lista para ir a la
lavadora. En estos cursillos relacionados con las artes plásticas, además de
estampar sus huellas en una hoja, cuando los niños crecen incluso puede que
elaboren algún dibujo. Se procura estimular la motricidad fina y de que el niño
se familiarice con los conceptos de espacio, tamaño, color, etc. ¿Más
información? En la web de Fun & Fit.
5. Talleres
de expresión corporal. En estos espacios, el acento recae sobre
el movimiento del cuerpo y la música, es decir, sobre la danza. A los niños les
encanta bailar, así que en estos talleres más o menos hacen eso: bailar,
descubrir su cuerpo a través del movimiento. Los hay bastante multiculturales,
donde lo mismo les pinchan "boollywood" que un tango.
6. Talleres
acuáticos. El agua y los bebés forman una pareja exitosa. Una
piscina climatizada puede ser el lugar apropiado donde jugar con los niños y
trabajar su psicomotricidad de una manera diferente. Este medio aporta otras
sensaciones, más información y más estímulos para ese explorador en ciernes que
es el bebé. Un punto a favor del agua es su poder relajante y pacificador,
incluso del bebé más revoltoso. Para saber más, se puede visitar la web de
Chapoteos o mirar los vídeos de Natación Interaqua.
7. Gimnasia
para bebés. Mediante rutinas de ejercicios se contribuye a
fortalecer la musculatura de los bebés a la hora de reptar, gatear o caminar.
Los ejercicios están encaminados a que el niño adquiera un mejor sentido del
equilibrio y desarrolle todo tipo de habilidades motoras de acuerdo con su
edad. Para ello se usan aros, pelotas, distintas superficies sobre las que
caminar, etc.
8. Talleres
de idiomas. No son "talleres de idiomas" en el sentido
estricto de la expresión, sino que, en general, alguno de los talleres
anteriores se imparte en inglés, francés o alemán (o en aquel idioma que el
profesor domine). Los más fáciles de encontrar son los relacionados con música,
literatura y expresión corporal.
9. Talleres
de estimulación general. Como su nombre sugiere, tienen un poco
de todo en función de las instalaciones de que disponga la empresa y de la
orientación que quiera darle el profesor. Pueden contener una buena dosis de
gimnasia, una pizca de masajes, un toque de artes plásticas, algo de música...
Cada docente elabora su propia receta personal para despertar los sentidos del
bebé y alimentarlos de sensaciones.
Fuente: http://www.consumer.es
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